" Nada mas material, más corporal que el ejercicio del poder…" Michael Foucault

Estos últimos años se ha acrecentado la necesidad de encontrar una salida real y efectiva al tema de la niñez/juventud en relación con las vivencias delictivas. La edad viable de imputabilidad ha pasado a ser la principal causa de desvelo para los que tienen que legislar y también para los que exigen desde diferentes ámbitos soluciones inmediatas…(y efectivas).
Sin embargo, creo que además nos estamos olvidando del rol protagónico de toda la sociedad…(en la causa y en el efecto)…Y que no nos estamos
involucrando en la verdadera y profunda raíz de esta dolorosa realidad.
Hace unos días Matías, haciendo un comentario en un post de Rodrigo en el blog “de cara al 2011”, decía:
Muchas veces una mayor criminalización implica garantismo hacia una sociedad pobre, desigual, mediocre. En resumidas y muy poco felices palabras, sería como esconder los problemas bajo la alfombra.
Ni que hablar de que la criminalidad más violenta, más evidente y menos castigada es la que viene desde arriba. Por supuesto que eso no justifica en absoluto una permisividad mayor a los de abajo: deberíamos nivelar pa' arriba. El asunto es que todo se retroalimenta (políticos corruptos, jueces corruptos, policías corruptos, empresarios corruptos, giles que roban, evasores, consumidores de repuestos de Warnes, etc.).
Concuerdo totalmente con cada una de estas palabras, ya el mismo Foucault se ocupó del tema con máxima profundidad en su libro “Vigilar y Castigar”.
Cada época fue gestionando la vivencia del ser humano en relación a los sistemas económicos y al poder reinante. El trabajo, la educación, la salud, los sistemas de inclusión social (o de exclusión…), las formas de penalidad y punición, las políticas migratorias y la natalidad . Los pensadores que marcaron un hito sobre el estudio y una nueva visión de estas temáticas han sido Deleuze, Guattari y Foucault.
A partir de esa mirada filosófica y social Foucault expresa como surge en el espíritu de una época la idea de: "un castigo que reemplace al suplicio"…Él mismo expresa con respecto al tema: "¿Cómo se conjugan el hasta dónde el poder castiga y qué es esa humanidad? ..."
El tema es como dejar intacta la “Humanidad” del Ser, para que ella misma sea la que resalte el límite puesto a la venganza.…
¿Hasta dónde el poder puede castigar a un hombre?....- Hasta que no atente contra su humanidad. …
Y seguramente muchos lectores dirán, que la persona que necesita esa penalidad ha atentando contra otra humanidad, pero yo me pregunto, podemos curar violencia con más violencia? ¿Podemos transmitir y exigir el valor de la vida a un ser que ha sido desvalorizado y violentado desde el inicio de su existencia? ¿Acaso en nuestro país el sistema penal está a la altura de las circunstancias? ¿Es la mejor opción para la problemática que intentan modificar?
También me pregunto…
¿un niño nace delincuente?...
¿Que nos lleva día a día a ser más y más desaprensivos con el dolor ajeno?...
¿Cómo podemos generar una acción socializante a través de el tejido social?...
¿Por qué permitimos toda clase de violencia camuflada y enfundada desde estamentos de poder hechizándonos con sus guantes blancos…?
Preguntas…..
Son solo preguntas…
Nada más que preguntas……
Hasta la próxima Utopía...
Utópica