Recuerdo haber sido parte de las personas que votamos a Néstor en 2003.
El principio de su gestión realmente me había devuelto las esperanzas de que nuestra Argentina pudiera volver a ser esa gran nación soñada: con justicia social, donde el empleo y la educación fueran las guías para alcanzar nuestros siempre tan postergados objetivos.
El principio de su gestión realmente me había devuelto las esperanzas de que nuestra Argentina pudiera volver a ser esa gran nación soñada: con justicia social, donde el empleo y la educación fueran las guías para alcanzar nuestros siempre tan postergados objetivos.
Luego de la salida de Lavagna del Mecon y algunas otras cuestiones no acompañé totalmente su mandato. Sin embargo, creo que la mayor muestra que nos dio el gran Néstor fue que es posible tener un país con mayor autonomía para realizar políticas de estado.
Así, las otras banderas peronistas, la soberanía política y la independencia económica, creo que se expresaron durante su gobierno (y el de Cristina) en forma tremendamente superior a lo que observamos con anterioridad desde la vuelta de la democracia.
Estuve leyendo muchos posts y comentarios que llaman a defender a nuestra Presidenta. Si bien estoy totalmente de acuerdo en que hay que acompañarla, principalmente porque debe ser un momento de gran dolor para ella y su familia, considero que NO hay que seguir planteando el problema como si fuera una batalla en la que está en juego este gobierno. Tenemos que dejar eso como parte de nuestro pasado y tenemos que fortalecer las instituciones de la Democracia.
De todos modos, propongo que los que consideramos que hay medios de comunicación, políticos, empresarios y lobbystas en general, que buscan desestabilizar gobiernos o al menos presionarlos para que les den lo que quieren a cambio de su “amistad”, hay que derrotarlos en su territorio. Es la única forma de encontrar una solución definitiva.
Al diario que miente, no hay que comprarlo.
Al canal que pasa idioteces todo el día, no hay que mirarlo.
Al político que vende mentiras toda su vida, no hay que votarlo.
Al empresario que sólo piensa en sus garantizar sus ganancias independientemente de cómo viva la sociedad, no hay que comprarle sus productos.
Y filas de etcs..
Es cierto que puede parecer una solución muy de mercado. Pero la Democracia también se representa como un mercado de candidatos y electores. Y en definitiva, una vez contados los votos, se observa como una cierta repartija oligopólica de un mercado de votantes entre pocos partidos o candidatos políticos.
Para no irme de tema, estas breves líneas se las quería dedicar a ese gran dirigente y al mejor ex presidente que tuvo nuestro país desde el retorno de la democracia.
Aunque yo no haya compartido muchas cosas, creo que es el momento sentar las bases sobre sus logros.
Seguramente nuestra Argentina, por mucho tiempo, lo va a echar de menos.
M.I.
4 comentarios:
excelente,100% de acuerdo con vos
saludos
Acuerdo con homenajear.-
Solo que me parece que los argentinos padecemos de cierta "necrofilia"...es como si las personas que tuvieron su importancia al morir pasan a ser algo así como "intocables" y se les resalta solo las virtudes.-Creo que es bueno que aprendamos a ver la muerte con más naturalidad y a amigarnos con la luz y la sombra de cada persona..importante o no.-
Gracias!
Utópica, seguramente que tenemos al menos un tabú con hablar mal de alguien que recientemente muere.
Una de las cuestiones tiene que ver con que un muerto no tiene derecho a réplica y otra con que hay muchas personas que son suficientemente sensibles en las cercanías del duelo, por lo que no es un tiempo propicio para el debate o el balance de cosas buenas vs malas en público.
Yo tengo mis muchísimas diferencias con las políticas implementadas por Néstor, pero no puedo negar que de los presidentes que se eligieron (y en esto por supuesto dejo afuera a Duhalde también) desde el retorno de la Democracia, fue el que más hizo para contribuir a la generación de empleo y para que el país saliera de la situación de extrema pobreza.
En cuanto pase un tiempo, voy a tratar de argumentar por qué me parece que en realidad las políticas Kirchneristas contribuyeron a igualar la pobreza entre los pobres y la indigencia entre los indigentes, pero ahora me quiero quedar con los "vientos de cambios" que se sintieron en su Gobierno (una parte se le puede atribuir a Duhalde también) y que pueden ser la semilla de una construcción futura donde podamos arribar a un pacto social más inclusivo. Con los representantes de todos los sectores avanzando para el mismo lado.
El nos demostró que es posible independizarnos del exterior y enfocarnos en los problemas nacionales con un enfoque autóctono.
En mi opinión, en lo que no lo tenemos que seguir es en la forma de tomar las decisiones y en la forma de (no) consensuar las políticas a implementar.
Pero bueno, esta es mi opinión, si alguien tiene la suya es bienvenido a expresarla.
Saludos,
Creo que nos cuesta aceptar las falencias de la gente con poder cuando se muere,com dice utopica, pero acuerdo con M.i en que N.K hizo cambios sustanciales.
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