martes, 29 de junio de 2010
Tratando de reconciliar el pasado y el presente para construir el futuro.
Es común que se genere debate sobre temas que preocupan a nuestra comunidad. Uno de ellos es el de la inseguridad.
Esquematizando se puede decir que existen dos formas extremas de ver este problema:
i) Como típicamente actual y que si bien se dio en el pasado (en ese momento era sólo del presente). En esta concepción la sensación de inseguridad no tiene raíz. No hay demasiadas causas que invocar, sino que se mira sólo la consecuencia y se enfoca la justificación del pensamiento en el derecho a la propiedad privada.
¿Quién es el otro para quitarme lo que es mío (incluso la vida)?
Para los que adoptan esta forma de ver las cosas sólo resta actuar de forma directa: carcel, pena de muerte, bajar edad de imputabilidad, etc.
Ese sería su first best!
ii) La segunda forma de observar la problemática es pensando en porqué se dan estos hechos que generan la sensación de inseguridad o que en sí causan que se viva en constante estado de inseguridad. Aquí se hace hincapié en los altos niveles de pobreza que generan exclusión social, que es acompañada de carencias alimentarias y educativas entre otras. Es decir, que genera una carencia de derechos basicos en las personas excluidas. Es preciso comprender que este enfoque prioriza busca determinar las causas que generan el estado presente de las cosas. Y es habitual que se pierda en el debate lo se pone sobre la mesa: la inseguridad es un hecho. Seguramente sobredimensionado por los medios de comunicación. Pero como existen las causas, no hay que olvidarse que se está reflexionando sobre ellas a partir de las consecuencias que se observan día a día.
Tratar de reconciliar estas dos posturas es un tema complejo pero puede llevar a que nos transformemos progresivamente en una comunidad más tolerante. No desconocer el pasado de los problemas nos va a ayudar a evitar cometer errores hoy y en el futuro. Y además, ¡Hay que empezar el cambio en algún momento!.
Quizá no haya algo que se reproduzca en mayor medida que la pobreza. Y no solo a nivel económico, sino cultural, de ideales y en la educación.
A eso hay que sumarle no desconocer el presente: los hechos ocurren sea cual fuera la causa. Así, las personas que adoptan la concepción “presentista” dicen: “hay que matarlos a todos” o “hay que meter presos a todos”. Probablemente sea algo más fácil de decir que de hacer. Pero si se pudiera hacer, ¿mejoraría la situación?. Tratemos de pensar en qué pasaría si existiera la pena de muerte. Posiblemente moriría mucha gente ejecutada al año, entre ellos varios inocentes.
¿Y si se metiera presos a todas las personas que cometen delitos graves y se bajara la edad de imputabilidad y se establecieran leyes más severas? Posiblemente aumente la población carcelaria, y cuando a esas personas les llegue la hora de volver a sus casas (¿dije bien? ¿podrán tener casa?) Se encontrarán con un sin fin de problemas para insertarse en el mercado laboral y conseguir el sustento económico para ellos y sus familias.
Aquí es cuando entra en juego la visión “del pasado” o “de las causas”, que hace uso de un concepto infinitamente manoseado: “el sistema”. Así, se considera que las personas están por afuera o por adentro del sistema (incluidos y excluidos) de acuerdo a su condición, principalmente actual (que paradoja! ¿no?), económica, laboral, alimentaria, sanitaria, educativa y demás.
Lo más llamativo es que la utilización del concepto de sistema ayuda a evadir responsabilidades entre las personas. Cuando vamos a hacer un trámite y luego de la espera y el caos nos comunican que “se cayó el sistema” nos enfrentamos a un dilema: si nos quejamos delante de la persona que atiende al público no ganamos nada y nos amargamos la vida mutuamente. Si nos vamos sin perder el tiempo parecería que nadie tiene la responsabilidad de que “se caiga el sistema”. Pero en fin ¿quien desarrolla los “sistemas”, quien las computadoras y quien define los mecanismos de atención?. Si, las personas!. Nosotros!. El nosotros es esencial, porque hasta “las personas” suena ajeno. Casi como cuando los gobernantes dicen “el pueblo”. ¿Cuando dejan de pertenecer al mismo?.... Ese tema lo dejamos para otra oportunidad.
En fin, los problemas hay que enfrentarlos. Y hay que hacerlo como hombres y mujeres que diseñamos, construimos, participamos de un sistema que a la vez que lo conformamos y legitimamos, determina gran parte de nuestras vidas.
Aceptar la realidad a veces es cruel. Pero no asumir la responsabilidad que nos corresponde a cada uno en este baile no parece ser el mejor camino para una sociedad que pretende ser madura.
Es preciso planificar el futuro comprendiendo nuestra historia y nuestro presente. Pero como el pasado es irrevocable, ya sabemos qué nos queda por hacer para cambiar la historia.
12 comentarios:
Un post muy profundo y con criterio social.-
Felicitaciones!Creo que es un acierto esto de tomar responsabilidad en la reflexion de que somos"nosotros".."nos.otros" los co.creadores de esta realidad..presnte y la del pasado también.En la medida que humanicemos nuestra acción, crearemos una realidad más justa.-
Muy buen blog!
Aceptar la realidad es el camino hacia una visión más justa.Desde esa mirada podemos todos con conciencia social abrir un nuevo sendero para llevar un bálsamo de justicia a nuestra comunidad.-
Muy buena nota!!! Felicitaciones!
Parece que la justicia es lo que más preocupa.
"a cada cual lo que le corresponde".
Buen tema para una próxima entrada, junto con un link de la canción "Para el pueblo lo que es del pueblo"....
y sí que nos hemos ganado cada cosa!!! A veces mejor perder!.
Saludos y gracias
Me preocupa más la "solidaridad", quizás con otra apertura sociocultural y comunitaria...la justicia vendría por añadidura.-
El artículo está conciso y bien pensado.-
El escaso nivel de solidaridad puede ser preocupante, sin embargo no explica completamente problemas como los de la inseguridad.
Aunque se podría pensar que en una sociedad más solidaria históricamente no se generarían tantos hechos delictivos.
Pero bien, por ahora el pasado parece ser irrevocable...
Saludos,
si el pasado es irrevocable...Pero el lazo social y la "red" o "trama" que se puede construir desde una posición de equidad solidaria, aseguraría en gran medida la disminución de los actos delictivos(o de inseguridad), en especial los que están montados por la presión del consumo y la exclusión cultural y social.-Los demás delitos..los provenientes de la "psiquis" y conflictiva de cada ser humano...existieron desde nuestros inicios...
Justiniano,
presión del consumo?
Lo que presiona a las personas es su propia condición, sus gustos y necesidades. Los gustos y necesidades se pueden ver influenciados (y seguro que es así) por la publicidad y por el contexto que incluye un desarrollo tecnológico muy importante.
Pero las personas consumimos Futbol, y el futbol no se come. Como consumimos celulares, aunque antes no existian. Que tiene esto de malo?
El problema es cuando uno ve que hay personas que no pueden siquiera gozar de cierto nivel de consumo de subsistencia y por otra parte el resto de las personas tenemos acceso a un nivel de consumo muy superior.
Pero eso no se debe al consumismo, sino que el consumismo requiere como condición necesaria que existan personas con excedentes para el consumo de bienes y servicios que no son indispensables para la vida.
Pero ahi entramos en otro problema: el de determinar que es lo indispensable y como medir las necesidades de cada persona.
Y por otra parte, como se lograría una "posición de equidad solidaria"?
Saludos,
Entiendo el concepto de necesidad que está sosteniendo.-
Sin embargo está claro (cada vez más evidente) que muchas de esas "necesidades" son creadas por el sistema y con gran destreza "impuestas" a la sociedad.-"Una sociedad capitalista exige una cultura basada en imágenes." Debe proporcionar diversiones, distracciones, para fomentar el consumo y adormecer el dolor causado por el hecho de pertenecer a cierta clase, raza o sexo. A través de dichas imágenes también se proporciona una ideología dominante. La disminución de "libertad de opción política" se traduce en un aumento de "libertad de consumo".
Muy bueno el Blog!!
Justiniano,
Ud. sostiene que las necesidades son "creadas" por el sistema e "impuestas" a la sociedad.
Yo sostengo que el sistema es creado por la sociedad (o al menos legitimado) y que las necesidades, que sean creadas o “autónomas”, una vez que se transforman en necesidades ya no tiene mucho sentido preocuparse por eso. Lo que debería preocuparnos es por qué las personas incorporan necesidades que algún otro las puede considerar "prescindibles". Lo que se debe apreciar es que no hay forma de definir esto sin hacer juicios de valor. ¿Quién determina que es lo que necesitan las personas?
En ese sentido el capitalismo estimula a cierta competencia por obtener la mayor cantidad de poder adquisitivo posible y este se transforma en consumo presente o futuro. Muchas veces la garantía sobre el derecho de propiedad privada (extensamente consensuado por la mayoría de la sociedad) lleva mediante las herencias a que personas que no tienen ninguno o escaso merito se apropien de un stock de riqueza que de otra forma dificilmente hubieran podido conseguir.
La competencia por el poder adquisitivo brinda cierto incentivo que podría no estar presente frente a otros modelos de distribución del ingreso y/o la riqueza.
En definitiva la “creación” de necesidades requiere de que haya alguien que la legitime.
Si la mayoría de las personas desearan que el mundo viva en paz, las guerras serían una rareza. Si la mayoría de las personas deja de mirar Bailando por un Sueño, dificilmente puedan colocar tanta basura en la TV.
Saludos,
Si claro!! que hay alguien que legitima la creación de necesidades..no seamos tan ingenuos..
es una elite..que gracias a los medios y a la imposición del "miedo" en todas sus variantes...va "debilitando" la fuerza y voluntad de las personas.(nos va esclavizando de diferentes formas).-
Entonces ...si que tiene sentido preguntarse si realmente soy más pleno consumiendo todo lo que se me "invita"...a necesitar ..o si descubro mis fuerzas, mi talante humano y puedo revertir desde el exceso de consumo hasta la necesidad de "guerrear"..
pero esto ya pasa por una visión más holística del ser...más humanista si se quiere.Y no se basa en tantos prámetros economicos. Muy bueno el blog!!
Un ECONOMISTA FRANCES actual llamado Serge Latouche dijo....Las dificultades que tiene gran parte de la humanidad por alimentarse, mientras que una pequeña parte sufre los problemas derivados de un exceso de alimentación como la obesidad y otras enfermedades: 'comemos demasiada carne, demasiadas grasas, demasiadas de todo' - ha subrayado- como un reflejo claro de la pérdida de la medida que comporta la sociedad del crecimiento ilimitado. Sobre esta última idea, Latouche ha afirmado, de nuevo con humor, que 'hace falta ser loco o quizás economista por creer que el crecimiento puede ser indefinido con un planeta con recursos limitados'. Por completar esta explicación ha hecho una analogía entre ciertas especies de algas que colonizan los lagos y la incidencia de la economía industrial sobre el planeta en los últimos 200 años. El punto en común entre estos dos procesos es que al inicio son lentos pero, cuando más tiempo pasa, más velocidad adquieren.
Los economístas no se caracterizan por ser demasiado utópicos, así que la crítica de Latouche no desentona mucho (salvo por el hecho de que critica a otros economistas).
Recursos limitados -> crecimiento limitado.
No parece muy realista la premisa en el tiempo. Los recursos son un stock (una cantidad que existe hoy en día) mientras que el crecimiento es un flujo (algo que se genera en un período de tiempo).
Si los recursos fueran fijos y verificamos que existe igual crecimiento entonces parace ser una falacia.
Respecto a las injusticias del mundo, estoy totalmente de acuerdo. Son cosas que hay que solucionar. A eso apuntamos.
Saludos,
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